Apartados pero juntos
“Apartados pero juntos”
No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. (Juan. 17:15)
Juan 17
Vivo actualmente la etapa de la mediana edad, en pocos meses, en diciembre para ser más exacto, arriban mis 51 cumpleaños y no les puedo negar que cada día que pasa de este nuevo caminar en el mundo me resulta cada vez más chocante, ¿Cómo así? Podrían estar preguntándose, bueno, al encender el televisor y poner cualquier programa, o navegar en las redes sociales, escuchar la mayoría de las emisoras de radio, me confrontan con los valores inculcados desde niño, y no me refiero nisiquiera a mis valores cristianos establecidos en la Biblia, no, los principios inculcados por nuestros padres sobre el buen comportamiento, la sana música sin letras degradantes al pudor y la integridad de la mujer que es echado por el suelo en cualquier canción popular sin ningún rubor, la aceptación como bueno y válido de conductas antes repudiadas por otros como el aborto o la homosexualidad, en mi mediana edad pienso: qué difícil será para las nuevas generaciones, las nuevas generaciones que son desde ya adoctrinadas, sí, lamentablemente adoctrinadas no por sus padres sino por el medio que los rodea, porque los padres están en todo menos en la guía de sus hijos.
Y para los cristianos en sí, hoy más que nunca se hacen palpables las palabras de nuestro Señor Jesús mientras oraba por sus escogidos: No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
Jesús
sabía que tarde o temprano sus discípulos, y aquellos que confesaran
públicamente que son sus seguidores tendrían que hacer la diferencia en este
mundo, la idea aquí es:
- Estamos apartados pero juntos en este mundo, para ser luz. El llamado es a entender que el único objetivo por el cual Jesús nos dejó en este mundo fue para que diéramos a conocer su luz, su Evangelio de gracia y salvación y así lo leemos en Juan 17:20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos. Nuestra manera de actuar, al llevar el mensaje, resultará en salvación de los escogidos de Dios que aún permanecen en este mundo, estamos aquí junto a todos, no para vivir conforme a este mundo sino de acuerdo con lo establecido por Dios, el apóstol Pablo lo dice así en Romanos 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. ¿Cómo reflejas la luz de Cristo en tu caminar en este mundo?
- Estamos apartados pero juntos en este mundo, para vivir en
unidad. Y
es que hoy más que nunca se requiere poner en práctica por lo que
Jesús oró: Juan 17:21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y
yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú
me enviaste. Como creyentes fieles estamos llamados a unir esfuerzos,
mantener la unidad en la fe, en la sana doctrina, unidos con un solo propósito
de exaltar a nuestro Señor y así todos vean nuestra unidad y deseen conocer por
qué lo hacemos, tristemente hay muchas iglesias en diferentes partes del mundo
que se amoldan a este mundo con el fin de congraciarse con el mal y esto solo
hace confundir a la persona que intenta buscar la verdad, escuchamos noticias
como que algunas iglesias evangélicas en los Estados Unidos, Canadá, de Brasil
y en varios países de Europa están propiciando el matrimonio del mismo sexo, no
tienen un criterio claro y contundente contra el aborto y esto no habla de
unidad en la Palabra sino que crean sus propios criterios e interpretaciones. Estamos
llamados a estar unidos en Cristo con el fin de ganar a mayor número, Dios nos guíe.
Jesús en este capítulo 17 del evangelio de Juan estaba a punto de ser llevado a la cruz en sacrificio por cada uno de sus discípulos y los escogidos del Padre, su oración es profunda, sincera, amorosa, contundente: “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.” Tenemos una misión en este mundo la cual debemos cumplir sabiéndonos entremezclar sin contaminarnos con el pecado, no es nada fácil, pero tenemos el respaldo del Señor quien oró por nosotros: 17:16-18 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
Debemos siempre recordar esto como cristianos: Somos apartados por el Padre en Cristo, pero mientras tanto estamos juntos en mundo con el fin de llevar el mensaje de gracia, mostrar nuestra unidad para alcanzar a mayor número de personas.
Ps. Pedro Juan González P.
Primera Iglesia Bautista de Santiago, R.D.
Octubre 2020
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