El valor de lo que no cuesta nada


 El valor de lo que no cuesta nada                     


Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos. (Lucas 21:3)

Lucas 21:1-4

 

Cuando fui secretario ejecutivo de la Convención Bautista Dominicana, a cuyo concilio pertenecemos como iglesia, tuve la oportunidad junto al presidente de esta y el director de la orden pastoral, de recorrer todas las ciudades de mi país donde tenemos iglesias bautistas, fue una experiencia maravillosa poder ser de apoyo y estímulo a la grey de Dios. Puedo decir que una pequeña iglesia en particular nos llamó grandemente la atención y fue una de la obras haitianas en Barahona con un pastor llamado Preminus, él tiene un ministerio con una pequeña escuela que no solo les da educación intelectual a los niños y adolescentes allí, sino que les enseña manualidades, las cuales ellos venden para recaudar fondos para su misma fundación, el pastor Preminus nos mostró una piedra rústica y nos preguntó: ¿cuánto ustedes me darían por esta piedra? la respuesta de todos fue la misma… pues nada, y así nos mostró otros objetos, la cáscara o jícara de coco, algunos caracoles, tapas de refrescos… y nada de eso tenía valor, pero luego sacó de una vitrina, la piedra rústica ya pulida, los caracoles y cáscara de coco convertidas en hermosas prendas para que las mujeres la pudieran lucir, de hecho le traje a mi esposa unas muestras de lo que ellos fabrican y venden allí. La reacción del hermano Pastor y director de la orden pastoral, que también compró algo para su esposa fue: Wao eso es el valor de lo que no cuesta nada…Y es de esa experiencia y de esa expresión que tomé la idea para compartir con ustedes esta semana…EL VALOR DE LO QUE NO CUESTA NADA…

Nos encontramos en esta historia vivida por el propio Señor Jesús, en ocasión de visitar el templo,  El observa a una viuda que ofrece aporte en el cofre de las ofrendas, una ofrenda que para todos allí que echaban fortunas económicas, era insignificante y sin valor…Ella apenas echó dos blancas, y una blanca equivalía a medio cuadrante lo cual sindicaba un peso con 64 centavos hoy, es decir, que las blancas equivaldrían talvez a unos 53 centavos aproximadamente…con las dos blancas, era aproximadamente un peso lo que esta viuda aportó ese día en comparación con muchos que aportaron miles de pesos....

Mas Jesús les dijo: “En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos.”

¿Cómo algo tan insignificante que carecía de gran valor pudo ser de más estima para Jesús?

La actitud…el corazón de aquella mujer era agradecido, la pasión con que lo hizo, la manera amorosa que lo presentó, la confianza depositada de aquella mujer…era todo lo que tenía y se lo ofreció a Dios…Eso sí que es fe, eso sí que es depositar confianza en Dios…

Notemos la reacción de Jesús:  V.4 Porque todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; más ésta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía.

¿Han notado el valor de lo que no cuesta nada? Una blanca, menos de un peso actual, pero al mismo tiempo era su fortuna, era todo lo que tenía, lo insignificante para todos allí se convirtió en lo valeroso para Jesús.

El valor de la ofrenda no se lo damos nosotros sino el Maestro, así como nos hizo ver el pastor Preminus de lo aparentemente insignificante como la tapa de refresco, como la jícara de coco o una piedra rústica fabricaron bellos collares y aretes. Jesús ha tomado las blancas de la viuda y las ha convertido en una fortuna, ha llegado hasta El y eso es más que suficiente.

En el día de hoy, sobre todo en estos tiempos de crisis que vivimos en el mundo, hay muchas cosas que no cuestan nada pero que con la ayuda del Maestro podemos hacerlas que tengan valor ¿te animas a identificar algunas?

  • Una sonrisa en tu rostro aparentemente no vale nada, pero produce mucho en la vida de una persona que está triste o amargada, o se siente rechazada. Estos son tiempos de mucha tensión en la calle, la gente no tiene paciencia, problemas de salud, económicos, mucho calor, una sonrisa cuando llegas a cualquier lugar pueda hacer la diferencia, en Proverbios 15: 13ª dice: “El corazón alegre hermosea el rostro.”
  • Un apretón de manos o un abrazo, una pasadita por la cabeza, no nos cuesta nada, (tendrás que decir que ahora no se puede, que no es prudente por el virus que nos aqueja)…pero esto no durará para siempre, ese simple acto en el momento indicado tiene un gran valor para el que está pasando una situación difícil o requiere que lo apoyen, se ha muerto un familiar, ha perdido su empleo, en tal caso el que lo acompañes o le llames será bueno y muchas veces suficiente para esa persona. 

Te puedo mencionar otros actos más: ayudar a los padres con sus hijos en las clases virtuales, tremendo reto y el hecho de que le des una manita hará la diferencia en alguna familia cercana. Un acompañar al vecino al médico porque sus hijos no viven cerca o no tienen a nadie que les ayude. Una denuncia a tiempo de maltrato a una mujer abusada o a un niño vulnerable….

Hay muchas cosas más y me imagino que estás meditando en ello ahora…pero hay algo que no puedo dejar de mencionar.

Como humanos sabemos que somos insignificantes, limitados, finitos, en esencia no tenemos valor ninguno en este mundo caído y  es indudable que estamos destinados a la destrucción, la Biblia dice que todos hemos pecado y por tanto estamos destituidos de la gloria de Dios (Rom.3:23) que no valemos nada, que todos merecemos el infierno, nadie nos compraría porque somos insignificantes y malos…Pero Dios a través de su hijo Jesús nos dio un valor sin igual…dice la biblia: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros que siendo aun pecadores, Cristo murió por nosotros”(Ro.5:8)…dándonos valor, quitándonos la maldición, el oprobio y convirtiéndonos en reyes y sacerdotes…dice: nación santa, pueblo escogidos por Dios…(1Ped.2:9)

Que gran privilegio, de lo inservible hizo algo útil, eso somos nosotros en Cristo Jesús, fuera de Él no valemos nada, junto a El somos más que vencedores…tenemos vida eterna segura…Eso es tener valor sin nosotros costar nada.

Quiera Dios que podamos entender el mensaje y que lo podamos aplicar a nuestras vidas…El valor de lo que no cuesta nada…Nosotros podemos darle valor a las cosas que hacemos si nos lo proponemos…así como hizo Jesús por nosotros tomando nuestro lugar en la cruz sin nosotros merecerlo y asegurándonos vida eterna…Aleluya…


            Dios les bendiga,



Ps. Pedro Juan González P.

Primera Iglesia Bautista de Santiago, R.D.

Septiembre 2020


 

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