“Hasta que la muerte los separe”
Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.(Mateo 19:6)
Mi esposa Marisol y yo el 10 de mayo 2021 estaremos celebrando nuestra boda de plata (gracias a Dios que no será en 2020 en plena pandemia) son 25 años de feliz unión matrimonial y en definitiva no es un cliché, el decir que es “una feliz unión matrimonial”. Hemos vivido la más emocionante travesía de amor, cargada de grandes experiencias, las cuales han venido a ser de edificación para nuestras vidas y la de el fruto de nuestra unión, una hija, Alondra, una joven profesional, trabajando, con ideas ya de formar una familia con su novio en el futuro, esto nos llena de satisfacción, de un orgullo propio del deber cumplido. Recuerdo como ahora cuando nos casamos, la promesa en el altar delante de Dios y los testigos: prometemos amarnos en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza o la pobreza, prometemos sernos fieles “hasta que la muerte nos separe”….Y sí, entendemos que Dios habrá de guiarnos a que así sea, quizás ya viejitos(eso soñamos) que a uno de los dos se asome la muerte para partir de este mundo, habremos de cumplir lo establecido en la Palabra: Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
Dios nos ha
concedido como pareja pastoral el ser bendecidos de poder guiar a muchas
parejas en el proceso de su unión, aconsejándolos prematrimonialmente y a
muchas ya en pleno desarrollo de su matrimonio, algunos con graves situaciones
que han estado a punto del divorcio, un grave mal que aqueja aun a los
escogidos de Dios, aunque esto no parezca posible, así es, el divorcio es una
triste realidad que aqueja a la sociedad, el mundo y la iglesia no está libre
de ello. Valorando las estadísticas solo de nuestro país, suministradas por la Junta
Central Electoral entre los años 2013 y 2019 en República Dominicana se
generaron más de 316 mil matrimonios y unos 140 mil divorcios, lo que coloca
la tasa de divorcio en un 44%, promediando unos 20 mil por año.
Y debo resaltar una vez más, aunque muy apenado, que los cristianos no están exentos de este flagelo que afecta a toda la familia, especialmente a los más inocentes que son los hijos, estos que no decidieron nacer en una familia fragmentada, todo ello es posible gracias a un corazón dañado por el pecado, el divorcio lo vemos en todos los estratos de la iglesia, desde un pastor que de buenas a primeras con total desfachatez es capaz de pedir separarse de su compañera a la cual prometió cuidar y amar delante de Dios, hasta lideres de ministerios y cualquier hermano en la iglesia, penoso, una y otra vez se echa a un lado el plan de Dios:
“lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”.
Pero… ¿acaso vine solo a lamentarme? No, la idea es poder mostrarles que si es posible ser un matrimonio que perdura Hasta que la muerte los separe. Sí, es posible:
Un matrimonio
perdura hasta que la muerte los separe:
- Cuando asumen que el matrimonio es una idea de Dios y no de los hombres.
Cuando vamos
al libro de Génesis, desde el principio Dios ideó un plan de permanencia y
fidelidad para la unión del hombre y la mujer, Gen. 2:24 Por tanto, dejará
el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola
carne. Fortaleciendo esa unión fructificándola, concediéndoles reproducirse
para amar y cuidar el fruto de su amor (Gen.1:28) Lamentablemente el
pecado ha distorsionado este maravilloso plan que ha dado al traste con familias
enteras destruidas a causa del divorcio en franco desconocimiento del deseo de
Dios. Una vez que una pareja en dificultades humilla sus corazones reconociendo
al creador del matrimonio, la dificultad que parece imposible para el hombre se
resuelve en las manos del creador.
- Cuando cubren su matrimonio de Amor, cuidado, respeto, consideración.
En Efesios 5:22-31 El apóstol Pablo hace una apología magistral sobre el matrimonio en este pasaje de Efesios 5 que tantas veces hemos leído y estudiado, defiende a capa y espada la institución de este y lo ubica en las entrañas mismas del cielo. El llamado inicia a ambos cónyuges:
5:21 Someteos unos a otros en el temor de Dios. No puedes mantener vivo un matrimonio sino están sujetos el uno al otro bajo el temor de Dios, es fácil romperlo todo sino existe el temor, el principio de la sabiduría es el temor a Jehová. (Prov.1:7)
Continúa con las mujeres demandándole: 5:22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor. Mujeres, no violen este principio establecido por Dios en su Palabra, déjate guiar en amor, no vayas más allá de tu llamado que es ser la ayuda idónea (Génesis 2:18)
Lo que continúa es magistral y es por esto por lo que es necesario el amor de Dios involucrado en el matrimonio:
5:23 porque
el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la
cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Hombres, tu
responsabilidad dentro del matrimonio es ser cabeza del hogar y cuidar, amar,
respetar, el amor mostrado para tu esposa es como el amor de Cristo por su
iglesia, lo entregó todo por ella, tu responsabilidad es ser el sacerdote del hogar,
proveer, guiar a tu esposa y por ende los nuevos integrantes que se irán
agregando a la familia que formarán en el proceso.
Al ser el matrimonio un diseño de Dios debemos darle la implicación que esto tiene:
-No podemos cualquierizar la relación.
-No es del
vocabulario del creyente la palabra divorcio.
-La unión
que Dios quiere es para siempre.
Es honrar delante de Dios la palabra que diste delante del ministro cuando te preguntó: ¿Promete amarla, honrarla, consolarla, y conservarla en tiempo de salud y enfermedad, en prosperidad y sufrimiento, y conservarte exclusivamente para ella, mientras los dos vivieren?
Si se puede
llegar Hasta que la muerte nos separe en le matrimonio, si se puede, cuando el
hombre puede encontrar gozo en su relación: Proverbios 18:22 El que haya
esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová. Y la mujer mira en
Proverbios 14:1 La mujer sabia edifica su casa.
Mi esposa Marisol diría: “Adelante que se puede”
Dios les bendiga,
Ps.
Pedro Juan González P.
Primera Iglesia Bautista de
Santiago, R.D.
Agosto 2020
Muy cierto pastor, bendiciones!
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