Guiando a nuestras esposas a Cristo

 

Guiando a nuestras esposas a Cristo

 

Ha pocos días antes de celebrar mi aniversario de bodas recordaba las palabras del proverbista que dicen “quien halla esposa halla la felicidad: muestra de su favor le ha dado el Señor” (18:22 NVI). Tales palabras me hacen suspirar pues me siento un hombre sumamente privilegiado por la esposa que Dios me ha concedido, a través de ella Dios me ha mostrado su amor, su gracia y perdón, no crea que la estoy poniendo en el lugar de Cristo, eso jamás, pero ha sido uno de los tantos medios que Dios usa para mostrar sus misericordias a mi vida. Ella es un regalo sin igual, ella es mi regalo de aniversario.

Puedo escribir muchas cosas acerca de ella, sus virtudes, desvaríos, espontaneidad, locuras y sus defectos y de cuanto la amo a pesar de ellos, pero creo que las palabras por sí solas no hacen justicia, pueden decir mucho, de eso no hay duda, pero creo que el verdadero acto de amor de un esposo creyente hacia su esposa es en como guía a su esposa a los pies de Cristo. Recién cumplí siete años de casado, si lo sé, apenas estoy comenzando y quizás aun estoy de luna de miel, pero no quiero que desprecie mis palabras, sino que pueda tomarlas como algo que no debemos olvidar aun pasen cincuenta años de matrimonio ¡Porque de él (Cristo), y por él, y para él, son todas las cosas! (Ro 11:36) eso incluye nuestra relación de pareja.

Hace algún tiempo leí un libro titulado “Las disciplinas del hombre piadoso” de el escritor R. Kent Hughes, el cual recomiendo a todo hombre que anhela agradar a Dios a través de esforzarse por crear disciplinas piadosas por el bien de su propia alma. Uno de los capítulos mas impactantes para mi fue sobre la “Disciplina del matrimonio”, nunca había pensado en mi corta vida de casado sobre estas cosas, pero lo que más inquieto mi espíritu y mi alma fueron las preguntas fulminantes al terminar este capítulo;        

  • ¿Con qué frecuencia ora por su esposa? ¿y con ella?     
  • ¿Qué está haciendo en la actualidad para ayudar a su esposa a acercarse más a Cristo?

Tengo que aceptar al escribirles este artículo que ninguna de las respuestas que tenia para darme a mi mismo estaban en positivo, no piense mal de mí, bueno si hágalo, estaba siendo un pésimo esposo cristiano que decía amar a su esposa pero que no podía decir que oraba constantemente por ella, en algunos momentos esporádicos si, una que otras veces juntos pero en lo absoluto la estaba acercando a Cristo, más que para hablar a veces de la biblia o señalarle que estaba haciendo mal y debía mejorar, esto no era por el bien de su alma y su relación con Cristo sino para yo sentirme satisfecho en mi propio reino. Esto es una evidencia clara de que aun soy pecador y que siempre necesitare mas y mas de Cristo en mí.

Estas preguntas exigían un cambio de rumbo en cómo estaba ejerciendo el rol que se me había otorgado como cabeza espiritual de mi esposa y quisiera compartirles algunas de las acciones a llevar a cabo en esta ardua tarea que no acabara hasta que el Señor Jesucristo venga por su iglesia o nosotros vayamos con él.

  1. Cristo es nuestra cabeza (1 Cor 11:3). Debemos estar ligados a Cristo en todo nuestro accionar si queremos guiar a nuestras esposas a él, fuera de Jesús nada podemos hacer, él es el   esposo por excelencia de como amar y guiar correctamente, podemos tomar consejos de muchos hombres respetables y eso esta bien, pero Cristo es llamado “Consejero”, acudamos en obediencia a él y reconozcamos que sin el esta carga es pesada.                                                              
  2. Aprenda a orar por su esposa (1 Tim 2:1). Este pasaje en especial nos llama a orar por todos los hombres (humanidad), cuanto más entonces deberíamos orar por la mujer que está a nuestro lado día y noche, incluso es aplicable las palabras del versículo dos (2), para que vivamos quietos y reposadamente. Algo que quisiera añadir de manera personal y que me ha ayudado mucho es tener días específicos en la semana para orar por ella, incluso si es necesario una alarma que nos recuerde nuestro deber como esposos.

    Algunos hombres no le gustan enfrentar esto, pero es necesario sentarnos con nuestras esposas y preguntarles cómo se sienten, espiritual y emocionalmente, incluso porque cosas ella desea que usted ore. Puede que usted quede sorprendido con las cosas que va a oír, pero escúchela pacientemente y ore, hágalo sin cesar.

  3. Aprenda a llevar sus cargas (Ga 6:1). Sea menos propenso a señalar las faltas de su esposa y aprenda a mostrar mas gracia y misericordia porque nosotros mismos estamos sujetos a fallas, usted no se caso con una mujer perfecta, seamos mas sabios, con esto no digo que apoye su pecado si es hallada en falta, sino más bien busque una manera amorosa de guiarla al arrepentimiento.

     “Aunque tengo que aceptar que muchos asuntos que vemos mal en ellas ni si quiera tienen que ver con el pecado en si sino con nuestras altas exigencias personales”. Ojo con eso.

  4. Guie a su esposa a la palabra del Señor (Ef 5:26). Cristo purifico a su esposa (la iglesia) por medio de ella y nos dejo su ejemplo para que podamos hacer lo mismo. Si desea que Cristo sea el centro de su matrimonio entonces acuda a su santa y bendita palabra con urgencia al junto de su esposa, anhele ver su voluntad cumplida en ambos, muchos matrimonios tristemente han fracasado en este punto, donde a reinado mas sus opiniones y deseos que los del Señor, no cometa usted el mismo error y si cree estar firme en esto mire que no caiga.

    Se que algunos quizás piensen que no tienen todo lo que necesitan para estudiar la biblia y guiar a sus esposas y me gustaría que cobraran aliento al entender que las escrituras no son de interpretación privada (2 Pedro 1:21), medite en ella día y noche (Salmo 1) y pídale a Dios que a través de su Santo Espíritu ilumine su entendimiento (Salmo 119:18), comparta con su esposa las cosas que está aprendiendo. Otra buena opción es comprar devocionales de parejas en alguna librería cristiana y agenden tiempo diariamente para esto o días específicos de la semana. Su relación depende de esto.

Con seguridad estos puntos no son todo lo que se tiene que decir sobre este tema, pero son una buena base por donde iniciar si aun no lo hace y le aseguro que no se lamentara y si ha estado haciéndolo le animo a no desmayar pues a su tiempo segaremos lo sembrado para gloria de nuestro Señor.

El día de nuestro aniversario en una dedicatoria que me hiciera mi esposa me expreso que era su guía espiritual, ella aun no imagina cuanto me impacto saber esas palabras y el reto que puso por delante de mí para seguir perseverando en guiarla a los pies de Cristo nuestro Señor y Salvador.

Dios nos guie.

 

Michael Medina

Siervo, esposo y padre

Comentarios

Entradas populares de este blog

“Las deudas me agobian”