Sacrificios en la espera
Sacrificios en la espera
``Entonces el Señor visitó a Sara como había dicho, e hizo el Señor por Sara como había prometido``. (Genesis 21:1)
La
forma más fácil de desistir de nuestras responsabilidades es huyendo o
abandonando nuestras obligaciones. Muchas veces al emprender nuestra salida del
medio que nos asedia no calculamos el riesgo que esto conlleva y las
consecuencias a corto o largo plazo, que debemos enfrentar.
Sara
esposa de Abraham con gran temor de que este ya con 88 años viera pasar sus
años sobre la tierra y se quedara sin ver su descendencia le
propone a su sierva para que estuviera con él de ese modo dejarle descendencia
por medio a su esclava.
Después
de esta acción Agar se embaraza de Abraham y da a luz a Ismael, pero Agar con
la posición de madre del heredero, desbordo sus emociones y apego menospreciaba
a su señora y ama, acciones que Sara no soporto emplazándole a que se retirara
de du presencia.
Las
acciones que realizamos fuera de lo que el Señor ha determinado para nosotras
comprometen nuestra estabilidad emocional, desmejoran nuestras relaciones y la
salud física se descompone, a grados insuperables, que cuesta muchos
sacrificios y trabajos reencáusalas en el recorrido que conforme a su voluntad
y propósitos del Señor están determinados a que se cumplan.
Sara
obvio lo determinado por el Señor, se aferró a deseos humanos y naturales que
podrían considerarse como normales al acceder a sus impulsos. Cometer acciones
como estas, y otras que puedan comprometer nuestro legado espiritual y hasta comprometer
nuestra salvación.
Lo ideal es que circunstancias como estas o momentos difíciles, nosotras:
- Confiemos en el Señor a ciegas sabiendo que, si él prometió que algo sucederá a nuestro favor, aunque pase el tiempo, Él que es justo y verdadero cumplirá sus promesas.
- Guardemos con gran devoción, deseo y espera confortante que las cosas sucedan en el tiempo perfecto de Dios, pues cuando tratamos de ayudar al Señor entonces fracasa el plan, se distorsionan los resultados y se genera caos confuso que nos llevan al fracaso total.
- Asumir con responsabilidad las consecuencias de nuestras acciones, lidiando con humildad los resultados fruto de nuestras malas decisiones.
- Tratar de situar cada acción a cometer en el contexto bíblico, a fin de comparar, validar y hasta ponderar situaciones que nos sitúen en la vía correcta.
- Compartir con el Señor en oración y meditación los anhelos y deseos que podrían comprometer nuestras vidas, para que sea el Espíritu Santo hablándonos al corazón y confronte todas las áreas que nos impulsan a decidir por cosas que no están enmarcadas en los propósitos divinos.
Ya
estamos en condición de accionar y ver resultados que en verdad agradan al
Señor, disponernos para él implica realizar sacrificios que al final valdrán la
pena cumplir, por eso las animo a estar pendiente, observando que nuestros
reflejos y estímulos no se enfoquen en lo que queremos, si no en lo que le
conviene a mi vida, familia y sociedad.
Julia Lugo
Sierva del Señor por su gracia, esposa de Francis Ferrer y madre de Angélica. Ama la lectura, apasionada con la botánica, las largas caminatas y la fotografía.
Amén
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